En un pobre pesebre, Dios vino a nacer
y en medio de la noche brilló el amanecer.
En un pobre pesebre, en la casa del pan,
volvió a nacer la vida, la guerra se hizo paz.
En un pobre pesebre, María y José
adoran a su Niño, nacido allá en Belén.
Los magos y pastores también van a adorar
al Niño-Dios nacido en un pobre portal.
Al comenzar nuestro tercer milenio
hemos de rezar para que vuelvas a nacer
en nuestra humanidad.
Hemos de luchar para que vuelvas a brillar
en nuestra oscuridad.
En el pobre pesebre de nuestro corazón
queremos que Tú nazcas, Tú que eres nuestro Dios.
Ese pobre pesebre ya no estará en Belén,
será en nuestras almas en donde has de nacer.
Autor letra y música: P. Jorge H. Leiva