La misericordia es la capacidad de sentir compasión por los que sufren y brindarles apoyo. La palabra misericordia proviene del latín “misere” que significa “miseria, necesidad”; cor, cordis que indica “corazón” y “ia” que expresa “hacia los demás”.
La misericordia es el atributo más grande de Dios por la cual perdona los pecados de los fieles. El acto más grande de misericordia divina fue el sacrificio de Jesús, verdadero Hombre y verdadero Dios, en la cruz para nuestra salvación.
Dios nos invita a que lo imitemos y también nosotros seamos misericordiosos con nuestro prójimo. "Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia", nos dice el Señor.
La Iglesia nos propone estas obras de misericordia que divide en corporales y espirituales:
Obras de misericordia corporales
Dar de comer al hambriento.
Dar de beber al sediento.
Vestir al desnudo.
Hospedar al peregrino.
Visitar y cuidar a los enfermos.
Visitar a los presos.
Enterrar a los muertos.
Obras de misericordia espirituales
Enseñar al que no sabe.
Dar buen consejo al que lo necesita.
Corregir al que se equivoca.
Perdonar las ofensas.
Consolar al triste.
Sufrir con paciencia los defectos de los demás.
Rogar a Dios por vivos y difuntos.
Fuente: Catecismo de la Iglesia Católica