Jesucristo, danos de éste pan,
que tu Pueblo crezca en la unidad.
Siendo Dios hombre te hiciste
para poderte entregar,
en la cruz, sangriento altar,
donde a los hombres te diste.
Al morir te diste todo
ofreciéndote en la cruz
y era el cielo, buen Jesús,
que nos dabas de ese modo.
Cuando eres celebrado
en cada Misa te das
pero ya no mueres más
porque estás resucitado.
Una vez todo te diste
y es cada Misa esa vez
hasta que vuelvas después
como tú lo prometiste.
Tú Señor has visto el hambre
que tenemos de hermandad,
y nos brindas la unidad
con tu Cuerpo y con tu Sangre.
Y tu cuerpo nos congrega
en eterna Comunión
y la Sangre del perdón
hasta el corazón nos llega.
Que podamos con María
en tu Espíritu, Jesús,
ser los hijos de la luz
mas hermanos cada día.
Y estrechando nuestras manos
obedientes a tu voz
ser así Pueblo de Dios,
servidor de los hermanos.
Autor letra y música: Luis Reigada y P. Néstor Gallego